China maneja el sistema hidroeléctrico mundial, alberga 5 de las 10 centrales más grandes que existen en el planeta

Por Activo$ Bolivia / Bolivia Energía Libre-La Paz

Durante 2020, se pusieron en funcionamiento proyectos hidroeléctricos por un total de 21 GW, por encima de los 15,6 GW de 2019, y casi dos tercios de este crecimiento provino de China, que registró 13,8 GW de nueva capacidad. Entre otros países que agregaron nueva capacidad, solo Turquía (2.5 GW) contribuyó con más de 1 GW.

El proyecto más grande completado el año pasado fue Wudongde, en China, que puso en línea ocho de sus 12 unidades, agregando 6,8 GW a la red de ese país.

La energía hidroeléctrica es la primera fuente renovable en el mundo. Según el último informe de la Asociación Internacional de Energía Hidroeléctrica (IHA), la capacidad hidroeléctrica instalada aumentó en un 1,6% a 1.330 gigavatios (GW) en 2020, año en el que el sector generó un récord de 4.370 teravatios hora (TWh) de electricidad limpia, frente al récord anterior de 4.306 TWh alcanzado en 2019. Esto es aproximadamente equivalente a todo el consumo anual de electricidad de los Estados Unidos.

China sigue siendo el líder mundial con respecto a la capacidad total instalada de energía hidroeléctrica con más de 370 GW. Brasil (109 GW), EE. UU. (102 GW), Canadá (82 GW) e India (50 GW) componen el resto de los cinco primeros.

Con la puesta en funcionamiento de las centrales hidroeléctricas de Baihetan y Wudongde, China acaba modificar el Top 10 del sector hidroeléctrico mundial, que domina con cinco centrales que están entre las 10 mayores del mundo: Tres Gargantas, que genera 22.500 MW, Baihetan que genera 16.000 MW, Xiluodu que genera 13.860 MW, Wudongde que genera 10.200 MW y Xiangjiaba que genera 6.448 MW. 

La presa de las Tres Gargantas fue propuesta desde 1919 por el rey Su Yat-sen; sin embargo, durante la gran mayoría del siglo XX el proyecto fue paralizado en innumerables ocasiones por la crisis económica de la nación y las guerras originadas en el sureste asiático. Finalmente, en 1993 comenzó la construcción en tres fases, cuya parte final fue entregada en 2009.

En toda la extensión del río Yangtsé se construyeron 2.209 km de bases de concreto que resisten los embates de las crecidas del agua en temporada de monzón, puesto que los pilares que sostienen la presa fueron construidos a 656 metros bajo la superficie, por lo que el riesgo de daño de la infraestructura es menor a estructuras similares en otras partes del mundo.

Aporte al sistema eléctrico

Al estar construido con 26 hidroturbinas tanto en el lado norte como sur de la construcción, genera alrededor de 22.506 MW de potencia, es decir, 98.6 W/h anuales, medición nunca antes registrada por ninguna represa o sistema de generación de energía eléctrica en el mundo.

A las 24:00 del 31 de diciembre de 2020, la central hidroeléctrica había acumulado un total de 111,8 mil millones de kilovatios-hora de electricidad limpia (111,8 TWh). De esta forma rompió el récord mundial anterior de 103,098 TWh de electricidad generada por la central hidroeléctrica de Itaipú, en América del Sur, en 2016.Esta producción eléctrica equivale al consumo de unos ocho meses de la ciudad de Shanghai.

En comparación con la generación de energía a base de carbón, puede reemplazar aproximadamente 34,39 millones de toneladas de carbón estándar y reducir las emisiones de dióxido de carbono en aproximadamente 94,02 millones de toneladas. También es el equivalente a plantar 370.000 hectáreas de bosques.

La energía producida por la presa se autosustenta, cumpliendo así la meta del país de reducir sus emisiones de dióxido de carbono para el 2030, a pesar de que China está distanciada de los Objetivos del Desarrollo Sostenible planteados por la Organización de Naciones Unidas para ese año.

Cuestionamientos ambientales

A pesar de los planes expansivos que tiene en mente el gobierno chino, existen críticas al proyecto. GreenPeace y la organización WWF se pronunciaron en repetidas ocasiones desde 2015 cuestionando la deforestación de la zona donde se encuentra la presa y el desplazamiento de especies nativas de animales, situación que se agrava año que pasa. A esto se suma un estudio realizado por geólogos alemanes que indicaron al gobierno el peligro de mantener la construcción, puesto que los diques que soportan la estructuran cambiaron el eje de rotación de la Tierra 0.006 grados y ello contribuye a una aceleración del cambio climático.

Pese a las críticas, el presidente chino Xi Jimping continúa con sus proyectos hidroeléctricos porque prometió una reducción significativa de las emisiones de dióxido de carbono en China del 12 al 15% interanual, es decir, aproximadamente 4.6 millones de toneladas de dióxido de carbono menos por año que pasa.