El gobierno entrante del presidente Luis Arce alerta que no hay dinero para subvencionar el diésel

Por Edwin Miranda V. / Bolivia Energía Libre-La Paz

Una suerte de pre aviso que podría derivar en un ajuste al precio del diésel en el Estado deslizó ayer la comisión de transición del nuevo gobierno del presidente electo, Luis Arce, que asumirá el poder este domingo 8 de noviembre, cuando alertó que no hay dinero para subvencionar el combustible de mayor consumo en el país.

“La información que tenemos (de la administración saliente de la Presidenta Jeanine Añez es que), a objeto de poner zancadillas al gobierno entrante, no ha cumplido con la responsabilidad de prever los recursos económicos para subvención del diésel”, afirmó Wilfredo Chávez, jefe de la comisión de transición del nuevo gobierno y abogado privado del expresidente Evo Morales (2006-2020).

¿Arcas vacías?

El Estado gastó el año pasado 700 millones de dólares para garantizar la importación de diésel, mientras que para comprar gasolina especial las arcas fiscales erogaron 300 millones de dólares.

Es decir, los costos de importación de combustible, tanto de diésel como de gasolina, llegaron a 1.000 millones de dólares, versus los ingresos que tenemos por la venta de gas, que hasta agosto de este año llegaran solo a $us 1.150 MM.

Sin embargo Chávez declaró ayer que los fondos están escasos no para importar, sino, para continuar subvencionando el precio del diésel, que desde hace más de una década está congelado en Bs 3,72 el litro.

La gasolina también tiene precio fijo de Bs 3,74 por litro, al igual que el Gas Licuado de Petróleo (GLP) que tiene un costo inamovible de Bs 22,50, que no se mueven, ni se moverán porque son  bajos para que la población acceda para el consumo.

Una cosa es tener flujo económico para garantizar la importación de combustibles y otra, diferente, para seguir manteniendo el precio inamovible.

Chávez no aclaró está situación y tampoco dio más detalles al respecto, sin embargo arengó que “lo que quiere (la administración saliente) es que no haya diésel y crear zozobra en la población y en el sector agricultor, quieren dejarnos un bomba de tiempo”.

La comisión de transición también puso el dedo sobre la llaga respecto de la octava adenda al contrato de compra-venta de gas natural al Brasil.

Aseguró que la administración saliente  provocó  “un daño terrible (al Estado) con la firma de un (nuevo) contrato (de gas) con Brasil”.