Industriales reconocen “nerviosismo” ante la caída del gas y advierten ruta crítica en el cambio de matriz energética

Por Brújula Digital / Bolivia Energía Libre-La Paz

La Cámara Nacional de Industrias (CNI) a través de su presidente, Ibo Blazicevic admitió que su sector se siente “nervioso” ante la caída inminente de la producción del gas, fuente primaria de energía para al menos 160 industrias entre grandes, medianas y pequeñas a nivel nacional, por lo que advirtió que un cambio en la matriz energética requerirá de una gran inversión.

“Tenemos más de 160 empresas industriales grandes, medianas y pequeñas dependiendo del gas como su fuente primaria de energía (…). Eso nos pone muy nerviosos a la hora de saber que en un futuro próximo se acabó la era del gas en Bolivia y vamos a tener que enfrentar las desregulaciones de las subvenciones que tiene el gas para la industria”, respondió el industrial a Brújula Digital.

En un escenario de desregulación –dijo el ejecutivo- implicaría tarifas diferenciadas o probablemente muy aproximadas a los precios internacionales. “En este contexto muchas industrias están pensando en cambiar sus matrices energéticas, pero no es sencillo, estamos hablando de inversiones muy grandes”, advirtió tras participar de la entrega de certificados a empresas destacadas de La Paz.

El cambio de la matriz energética del sector industrial requeriría de dos a cinco años según Ibo Blazicevic, lo cual a su vez dependería de la liquidez que tengan las industrias, de su tamaño, de la solución técnica que pueda ser propuesta y de las tarifas de las energías alternativas.

“El 51% de la producción interna del gas la emplea la industria, entonces, sí que es importante, y solo el 25% de la energía generada”, precisó.

En ese contexto señaló que cambiar la matriz energética implicaría no solo una inversión grande, sino también más altas que pagar.

“Bolivia no está preparada para ello; el empresariado está sufriendo luego de la pandemia una tremenda iliquidez, está luchando entre la vida y la muerte, y hoy pensar en cambiar la matriz energética creo que es un poco tópico todavía”, subrayó.

En ese sentido dijo que lo que queda es prepararse para el futuro y que la industria nacional no pierda más su competitividad “porque subir los precios de este energético implica que suban los costos de producción (…).  Con un dólar estable hace diez años y parecería que va a seguir estable, obviamente vamos a dejar de ser competitivos y vamos a dejar ese mercado a probablemente productos importados o de contrabando”.

A criterio del presidente de la CNI; el Estado que conoce que se acabó la era del gas, debería tratar juntamente con los privados encontrar una solución para el desarrollo de energías alternativas que sean baratas y puedan favorecer a los productores nacionales.

Analistas advierten una brusca caída en la producción del gas de 61 millones de metros cúbicos diarios (MMmc/d) el 2014 a 41 MMmcd a finales de 2021, lo que ha obligado a nuevas adendas al contrato de compra venta con Argentina, segundo mayor mercado del gas boliviano.