Trump desafía al mundo, restablece castigos

Por ANSA / Bolivia Energía Libre-La Paz

Tras dar inicio a un enfrentamiento sin precedentes con el resto de la comunidad internacional, en particular con sus aliados europeos, Estados Unidos decidió unilateralmente reforzar las sanciones de la ONU contra Irán, suspendidas en 2015 con el acuerdo nuclear.
Se trata de una medida que provocó de inmediato la reacción no solo de la República Islámica y su aliado Rusia, sino también de la UE.
Estados Unidos «se retiró unilateralmente» del acuerdo nuclear iraní y por lo tanto «no puede iniciar el proceso para la reaplicación de las sanciones de la ONU», aseguró el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, haciendo eco a lo que ya había afirmado en una declaración conjunta de Francia, Gran Bretaña y Alemania. Es decir, los países europeos que hace cinco años firmaron un acuerdo con Estados Unidos, China y Rusia para poner bajo control las actividades de la República Islámica en el campo atómico.
La declaración de Borrell toca el punto central de la cuestión. El presidente estadounidense, Donald Trump, había decidido retirarse de aquel acuerdo en 2018, imponiendo duras sanciones económicas y comerciales unilaterales que apuntaban entre otras cosas eliminar las exportaciones petrolíferas de Teherán.
 Frente a la reacción de Irán, que a partir del año pasados reanudó gradualmente algunas actividades suspendidas superando los límites impuestos por el acuerdo, la administración estadounidenses apunta ahora a reintroducir sanciones internacionales valiéndose de un instrumento previsto por aquel acuerdo del cual no son más parte. Y las autoridades estadounidenses están lista a «imponer consecuencias» a todos los países que no se adecuaren, advirtió el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, definiendo a Irán como «el principal Estado patrocinador del terrorismo y del antisemitismo».
Washington, por lo tanto, espera imponer sanciones secundarias a los países que continúen manteniendo relaciones comerciales con Teherán. Una cuestión que Un tema que tratará en la Asamblea General de la ONU que se inaugura mañana en Nueva York, en versión virtual, y donde el próximo martes está prevista la intervención del presidente estadounidense.
El gobierno iraní ostenta seguridad: «La política de ‘máxima presión’ contra Irán se ha convertido en el máximo aislamiento de Estados Unidos», afirmó el presidente Hassan Rohani.
El canciller, Mohammad Javad Zarif, aseguró que «nada nuevo sucedió». Mientras que el portavoz de su departamento, Said Khatibzadeh, instó a toda la comunidad internacional a oponerse «con una sola voz» a lo que él llama «las acciones irresponsables del régimen de la Casa Blanca».
Y Moscú habla de «iniciativas y acciones ilegítimas de Estados Unidos» que «no pueden tener consecuencias legales e internacionales para otros países».
Pero para nadie es un secreto que, como ya ocurrió con las sanciones unilaterales estadounidenses introducidas desde 2018, muchas empresas extranjeras, incluidas las europeas, podrían renunciar a cualquier relación con Teherán, por temor a que se les niegue el acceso al primer mercado económico del mundo, aquel estadounidense.
Borrell afirmó que la UE hará todo para preservar el acuerdo sobre materia nuclear, invitado a todas las partes -incluido también Teherán- a «abstenerse de cualquier acción que pueda ser percibida como uan escalada». Pero cuando falta menos de un mes y medio para las elecciones presidenciales estadounidenses, parece improbable que la administración Trump acepte dar marcha atrás o incluso atenuar la controversia, que ya ha visto a Pompeo acusar a los europeos de «ponerse del lado de los ayatolás».