Potosí alberga las reservas de litio más importantes del planeta, pero la población sufre hambre

Por Bolivia Energía Libre-Potosí

  • El índice Global del Hambre 2022 señala que el departamento registra un 23,8% mientras que en Bolivia el indicador promedio llega solo a 13,2%
  • La población entre 1 y 14 años está en franco retroceso, y registra una de las tasas de emigración más altas del país.

El hambre castiga a la población en el departamento de Potosí que alberga las reservas de litio más importantes del planeta y constituye la región con mayores niveles de exportación de minerales estratégicos para el Estado, señala el expresidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas Ardaya.

“Pocas regiones en América reflejan de manera tan cruda la paradoja del desarrollo como Potosí, la región que impulsó el auge de un imperio y la creación y sostenimiento de un país; y que hoy tiene el potencial de nutrir a la modernidad, ávida de energías (renovables como él litio)”, señala el empresario en un escrito que publicó en medios nacionales.

Hay notables diferencias del GHI (Índice Global del Hambre por sus siglas en inglés) entre los nueve departamentos del país. Hay una brecha de 18 puntos en términos del indicador de hambre entre el departamento con menor incidencia (Santa Cruz) y el departamento con mayor incidencia (Potosí). En términos de gravedad del hambre, Santa Cruz y Beni tienen una incidencia baja; Cochabamba, La Paz, Pando y Oruro, una moderada; y, finalmente, Chuquisaca y Potosí se encuentran en una situación de hambre grave, refiere el informe internacional.

Desde la mirada interna, el GHI muestra marcadas asimetrías económicas, sociales y alimentarias. Santa Cruz se encuentra con la más baja incidencia de hambre, frente a Potosí que tiene el mayor índice a nivel nacional, complementa el documento.

La planta de fundiciones de plomo y plata de Karachipampa, en Potosí, opera a media máquina por falta de concentrados (Foto BEL).

Según Nostas “…con una extensión territorial de 118.218 km2 y algo más de 900.000 habitantes, (Potosí tiene) las más importantes minas de plata, estaño y zinc, altamente demandados en el mundo, y guarda en Uyuni y Pastos Grandes, las mayores reservas del litio del planeta que, una vez explotadas, colocarán a Bolivia como un actor clave en el uso de energías alternativas a nivel global”.

Para sustentar posiciones, el líder empresarial apeló a estadísticas.

“…en 2021, Potosí fue el segundo departamento en valor de exportaciones, con 2.510 millones de dólares. La venta del zinc extraído de sus minas (dejó ingresos para el Tesoro por) 1.180 millones de dólares, situándose junto al gas, el oro y la soya entre los productos más importantes de exportación (y generador de divisas para el Estado)”, mencionó.

Pero el departamento no sólo tiene minerales. Su riqueza turística es de primer nivel, destacándose su capital (una de las más hermosas ciudades coloniales en existencia en América), el salar de Uyuni y sus imponentes parques nacionales Eduardo Abaroa y Toro Toro; además posee un enorme potencial agrícola, especialmente de quinua, papa y maíz, asegura.

Rico, pero pobre en el Estado

Pese a todo esto, Potosí es uno de los departamentos más pobres del país, denuncia Nostas.

Recientemente Helvetas y Welthungerhilfe presentaron el índice Global del Hambre que a Potosí, como el departamento más afectado por falta de seguridad alimentaria con 23,8, mientras que Bolivia en su conjunto registra 13,2, apuntó.

Pero aún hay más. Según datos del INE, la pobreza moderada en Potosí alcanza al 57,8% y la pobreza extrema a 22,4% frente al 36,4% de moderada y 11% de extrema en el país.

Sucede lo mismo con la desigualdad social medida por el índice de Gini que registra un valor superior a 0,5 mientras que en el país en su conjunto llega solo a 0,4.

En lo que respecta a la medición de pobreza multidimensional, Potosí alcanza el 26%, comparado con el promedio de Bolivia que es del 16%, apunta el empresario.

La actividad minera en Potosí no logró contribuir al desarrollo del departamento. La existencia de minerales estratégicos por el contrario, posterga el despegue regional (Foto BEL).

Un dato por demás preocupante tiene que ver con la población joven. Según Nostas el grupo etáreo entre 1 y 14 años está decreciendo en el departamento, y reporta, una de las tasas de emigración más altas del país.

En el área rural del departamento y aquellos dedicados al comercio informal —que es la mayoría de la población— tienen ingresos menores al salario mínimo nacional, y la tasa de desempleo urbano supera a la media nacional, subrayó.

La extrema dependencia del centralismo, un problema estructural que posterga a Potosí

Nostas también identifica a la excesiva dependencia que tiene el departamento del centralismo como un problema que posterga el desarrollo regional.

“…La primera constatación que explica la incongruencia podemos encontrarla en su dependencia constante. El destino de la riqueza de Potosí se decidió alternadamente en Madrid (España), Lima (Perú durante la colonia), Sucre y La Paz (en el Siglo XXI), nunca en el departamento”, apuntó el empresario.

Debido a esta situación “…(a lo largo de) toda su historia republicana, Potosí, fue un proveedor de los gobiernos de turno que necesitaban disponer de recursos, no para distribuirlos entre las otras regiones, sino para alimentar burocracias abultadas e ineficientes…”, subrayó.

Una segunda pista parece mostrar que la brecha se agrandó en la modernidad, es decir, cuando las minas pasaron a ser propiedad del gobierno central y los sectores mineros fueron sometidos a una fuerte ideologización, enfatizó.

Las luchas políticas limitaron la búsqueda de bienestar para el departamento, pero sobre todo reemplazaron las reivindicaciones cívicas y regionales. Otros aspectos como la falta de diversificación de su economía, su poca industrialización y escaso desarrollo de infraestructura, son consecuencia de decisiones políticas ajenas, cohonestadas por representantes obsecuentes, emitió conclusiones el empresario.