El presidente de México propone cambios a la Ley de Electricidad y los empresarios protestan

Por El Periódico de la Energía / Bolivia Energía Libre-La Paz

Empresarios y expertos del sector energético alzaron la voz este jueves en la Cámara de Diputados de México en contra de la reforma eléctrica que dará prioridad a las empresas públicas, aunque el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ya advirtió que no modificará ni una coma de la iniciativa.

Una treintena de analistas fueron invitados por la cámara baja en una sesión conocida como «parlamento abierto» para que opinaran ante los diputados sobre la reforma exprés de la Ley de Industria Eléctrica enviada por López Obrador la semana pasada al Congreso.

«Creemos en el sector privado que no hacen falta cambios regulatorios de la magnitud que se están proponiendo», expresó en su turno Roger González, presidente de la Comisión de Energía del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

El representante de la patronal expresó que «es vital respetar los contratos ya adquiridos» y advirtió que la reforma «infringe el marco legal y constitucional» así como tratados internacionales como el acuerdo de libre comercio de América del Norte (T-MEC).

La principal modificación de la propuesta de López Obrador implica que el despacho eléctrico priorice a las plantas hidroeléctricas y de combustibles fósiles de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa del Estado, sobre las centrales privadas de renovables y por último las de ciclo combinado.

También elimina la obligatoriedad de las subastas eléctricas en las que puede participar el sector privado, cambia las reglas de los Certificados de Energías Limpias (CEL) para que las plantas viejas de la CFE accedan a ellos y ordena revisar contratos del Gobierno federal con productores privados de energía.

El presidente de la asociación Clúster Energético de Nuevo León, César Cadena, criticó que la iniciativa favorece un «monopolio público eléctrico» que no garantiza la «reducción de las tarifas», además de generar «mayores costos ambientales y un retraso indefinido hacia la transición energética» hacia las renovables.