La mujer rural tiene menos acceso a celular e internet en Latinoamérica y el Caribe

Por ANSA / Bolivia Energía Libre-La Paz

En casi un 74% de los países de América Latina y el Caribe es menor la proporción de mujeres que declaran tener teléfono celular y cuando más grande es la brecha de género en la posesión de esos aparatos, peor es la inserción laboral, algo particularmente marcado en la población femenina de ámbitos rurales.
Así lo reveló un estudio realizado por la Universidad de Oxford y coordinado por una experta italiana, con apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), que evaluó la situación en 23 países de la región.
De ellos, en 17 se observó que las mujeres rurales de baja escolaridad son el grupo menos conectado a las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC).
Según el reporte «Desigualdad digital de género en América Latina y el Caribe», coordinado por la científica social italiana Valentina Rotondi, con base en datos de la Encuesta Mundial Gallup, informaciones de los países y de rastreos de la red social Facebook, en el 74% de las naciones investigadas, menos mujeres declaran poseer celulares en comparación con los hombres.
«Pero no sólo menos mujeres declaran poseer teléfono celular. También hay una variación de acuerdo con la división rural/urbana, ya que género y lugar de residencia interactúan produciendo varias desventajas para las mujeres que habitan en los territorios rurales», indica el informe.
El tema estudiado adquiere especial relevancia en tiempos de pandemia de Covid-19, que aceleró cambios en las formas de producción y en las redes de comercialización de todo tipo productos, como alimentos y otros bienes suministrados por el campo, resalta el trabajo.
«La menor conectividad de la mujer rural tiene un fuerte impacto en la realidad económica, social, sanitaria y comunitaria del campo, porque el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación es, antes que nada, la herramienta central para potenciar el desarrollo personal, colectivo y productivo», señala el reporte.
Lo investigado también muestra una heterogeneidad significativa entre países, con algunas naciones (como Argentina y Brasil) que han logrado casi la paridad de género en la propiedad de teléfonos móviles desde 2010 y otros (como Guatemala y Perú) que están rezagados.
En Chile y Uruguay, por ejemplo, la relación mujeres-hombres tiende a favorecer a las mujeres. Asimismo, mientras en varios países de la región, incluidos Brasil, Argentina, Venezuela, Colombia, Surinam, Uruguay y Paraguay, las mujeres tienen más probabilidades de ser usuarias de Facebook que los hombres, en otros, incluido México y la región de América Central (por ejemplo, Nicaragua y Guatemala), los hombres participan en esa red.
«El estudio revela que el acceso reducido a teléfonos celulares y a internet se suma a diversos problemas enfrentados por las mujeres en el campo, como las barreras a la obtención de financiamiento, a capacitación, empleo formal y propiedad de la tierra», dijo el director general del IICA, Manuel Otero.
«Eso muestra un cuadro de desigualdad que obstaculiza que una figura central del campo desarrolle su potencial tanto para la producción agropecuaria como para la estabilidad de su familia», agregó.
Contribuir a revertir la desigualdad que enfrentan las mujeres rurales y facilitar acceso a la tecnología a quienes se dedican a la producción agrícola son dos de los principales desafíos asumidos por el IICA.