La eólica marina ya es rentable en España

Por La Vanguardia / Bolivia Energía Libre-La Paz

La gran profundidad del fondo marino español impide que se puedan fijar en él aerogeneradores marinos para la producción de electricidad, que son los más comunes. La alternativa son los molinos de viento flotantes, más complejos tecnológicamente.

“No es lo mismo construir o reparar un aerogenerador que se está moviendo porque flota a uno que no se está moviendo”, señaló Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), en una jornada organizada por la entidad.

Gracias a los avances en I+D de los últimos años, este tipo de aerogeneradores ya empieza a ser competitivo en ubicaciones como islas. “En Canarias, donde la electricidad tiene un coste superior al de la España peninsular, ya es una tecnología competitiva desde el punto de vista económico”, afirma Pedro Mayorga, de la junta directiva de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) y director técnico de la compañía Ener­Ocean.

Es una renovable en la que prácticamente todo está por hacer. “En Europa solo hay dos parques en funcionamiento, uno en Escocia y otro en Portugal, y en España todo lo que hay son proyectos experimentales”, explica Mayorga. 

Este estado inicial es, precisamente, lo que hace tan atractiva esta fuente energética. “Su despegue se prevé a partir de la segunda mitad de esta década y hay que estar preparados para para no perder el tren”, advierte el experto de APPA. Javier Sanz, de la compañía EIT InnoEnergy, cree que en el 2030 “va estar muy cercana” a los precios de la eólica marina de cimentación fija.

“España tiene todas las características para liderar el mercado”, asegura el director general de AEE. “Hay que reproducir el éxito de la eólica terrestre –en la que España está entre los líderes mundiales– a la eólica marina flotante”, añade Virgilio Márquez. En este sentido, el experto indica que los fondos europeos para la recupe­ración ofrecen una “tremenda oportunidad”. 

AEE ha pedido al Gobierno central que destine al sector cerca de 340 millones de ­euros en ayudas para el desarrollo de dos proyectos: un hub de expe­rimentación en eólica marina flotante y el desarrollo de parques marinos de tecnología flo­tante que se conviertan en motor económico y generen un efecto arrastre al resto de la industria.

Con estos proyectos, la asociación empresarial pretende convertir el país “en un hub de innovación en eólica marina flotante a nivel mundial, atrayendo la creciente actividad internacional en este campo y su efecto tractor sobre la industria offshore (terrestre) en España, así como el desarrollo científico y tecnológico en el ámbito marino”.

La AEE advierte de que se trata de un sector con un enorme potencial y en el que los primeros en posicionarse tendrán ventajas competitivas y grandes posibilidades de liderar el mercado. Por ahora, las regiones más relevantes son Europa, Norteamérica y Asia (China, Japón y Corea).

Un estudio de EIT InnoEnergy señala que el desarrollo de esta industria en la península Ibérica durante las próximas dos décadas supondría un impacto socioeconómico considerable, creando hasta 50.000 puestos de trabajo de alta cualificación (de los cuales el 60% serían directos y el resto, indirectos) y un volumen de negocio que podría alcanzar los 5.000 millones de euros de facturación anual en el 2030, con más de un tercio de los ingresos provenientes de la exportación y un impacto en toda la cadena de valor del sector eólico.

La ubicación de los aerogeneradores en el mar es muy ventajosa porque el viento disponible para la generación de electricidad puede ser el doble que en tierra, con velocidades elevadas y vientos estables debido a la inexistencia de barreras. Además, en medio del mar se pueden crear infraestructuras más grandes, con lo que se aprovecha la economía de escala.