Shell propone “electrificar la economía” para exportar energía y sustituir la importación de diésel

Por Edwin Miranda V. / Bolivia Energía Libre-La Paz

La petrolera Shell planteó la necesidad de “electrificar la economía” en Bolivia para exportar energía y sustituir la importación de diésel y gasolinas.

“Existe la oportunidad de promover la electrificación de la economía boliviana. Cada molécula de gas que no necesita ser consumida en Bolivia, puede ser exportada. Actualmente hay un exceso significativo de capacidad para la generación de energía (eléctrica) que podría ser utilizado”, afirmó el Gerente de la compañía internacional, Rik Sneep.

En consonancia que está posición la Gerencia Nacional de Desarrollo Estratégico de Exportación de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), informó que el país cuenta con gran potencial de generación e importantes características propicias para la exportación de energía eléctrica en relación a sus países vecinos.

¿Pero en que se traduce esta cualidad única en Latinoamérica?

El país tiene gran potencial de energía renovable en relación a su demanda que al 31 de diciembre de 2020 no supera los 1.459 megavatios MW de los cuales las centrales hidroeléctricas producen 614 MW, señaló el informe estratégico.

La ubicación geográfica de Bolivia en la región, también es una ventaja significativa, pues se halla en medio de países que son grandes consumidores de energía, como Brasil y Argentina, que de acuerdo a datos del año 2020, alcanzaron demandas máximas coincidentales de 85.699 y 25.628 megavatios MW, respectivamente.

La posibilidad de convertirnos en un Estado exportador neto de energía renovable, también fue expuesto, en las últimas horas, por el Ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.

En la actualidad la generación hidroeléctrica participa en un promedio del 44% en la provisión de energía al Sistema Interconectado Nacional (SIN).

La inyección sube hasta un 56%, es decir, 614 MW si participan el parque eólico (2%), solar (8%), llegando, en ambos casos a generar entre 25 MW y 95 MW en horarios picos de demanda de energía en el Estado, detalló la autoridad ministerial.

Sneep no hizo otra cosa que amplificar esta nueva realidad que debe explorar el Estado y mirar, a corto plazo, como una oportunidad de hacer negocios verdes con energía renovable en Latinoamérica.

Mercado cautivo para exportar electricidad a la Región

Los países vecinos de la región que tienen una gran demanda de energía son: Brasil tiene un mercado energético 59 veces más grande que Bolivia, Argentina 18 veces más grande, Chile 7 veces superior, Perú 5 veces y Paraguay 2 veces.

La demanda de electricidad en el Estado no supera los 1.459 MW, mientras que la oferta bordea los 2.107 MW, y adicionalmente, en el corto plazo se contemplan la adición de proyectos de generación térmica a gas natural de más de 1.000 MW (ciclos combinados) y en el mediano plazo el desarrollo de proyectos hidroeléctricos, lo que muestra que el país cuenta con excedentes para exportar y posibilitar intercambios de energía con mercados que son más grandes que el nuestro, reportó ENDE.

“Otras áreas que vale la pena explorar son las energías renovables, los biocombustibles y cualquier proyecto que reduzca la necesidad de importar hidrocarburos líquidos”, planteó el desafió el CEO de Shell en declaraciones que hizo a un medio en La Paz.

Mucho más elocuente, llegó incluso a proponer usos alternativos del gas natural.

“¿Qué pasaría si el GNL (Gas Natural Licuado) para el transporte pudiera desplazar las importaciones de diésel?”, preguntó a las autoridades para que respondan con acciones a los desafíos que se hallan en el horizonte inmediato de los hidrocarburos y la generación de electricidad.

Sneep deslizó también la necesidad de que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), trabajen de común acuerdo en nuevos proyectos energéticos que alejan a las energías fósiles de los planes visionarios que existen en el Siglo XXI.

“Hemos mencionado los exitosos proyectos de hidrocarburos en los que seguimos participando (en Bolivia), pero creo que hay otras oportunidades que las empresas  internacionales y nacionales deberían considerar, y esto definitivamente podría incluir a YPFB y ENDE”, subrayó.

Transformación de la matriz energética en Bolivia

Las centrales de generación hidroeléctrica de Misicuni, San José I y San José II, el parque Eólico Qollpana y las plantas solares de Uyuni y Oruro, han comenzado a cambiar la matriz energética boliviana con lo que se evidencia que las inversiones realizadas por el Estado, para desplazar el uso de combustible fósil en la producción de electricidad, inciden en forma positiva en la reducción de emisiones de CO2 y preservación del medio ambiente, aseguró también Molina.