FERRECO: El kilo vale $us 50.000 y un gramo se vende a Bs 450

Por Edwin Miranda V. / Bolivia Libre Energía-La Paz

El precio del oro llegó a las nubes. En Guanay, y otros centros productivos del Norte del Departamento de La Paz, el kilo de oro llego a valer  50.000 dólares, y un gramo, venden a  450 bolivianos, informó el Presidente de la Federación Regional de Cooperativas Auríferas (FERRECO), Armando Saravia.

La actividad es febril en Guanay al punto que decenas de cooperativas dedicas a la extracción del preciado metal, comenzaron a consumir diésel por encima de lo normal.

Debido a esta situación y la existencia, aparentemente, de organizaciones dedicadas al tráfico ilegal de combustibles, el diésel es escaso y vende a Bs 20 el litro, dijo Saravia.

El Servicio Nacional de Registro y Comercialización de Minerales (Senarecom), informó que  pese a las restricciones por la pandemia en el país, la actividad minera y la comercialización de oro se reactivaron, entre enero a junio de este año.

La producción nacional alcanzó en los últimos meses los10.203 kilos finos y generaron  3,615 millones de bolivianos para el Estado, reportó la entidad fiscalizadora del sector minero nacional.

Como efecto inmediato de éste crecimiento del valor y el volumen del oro, la explotación del mineral generó 54.2 millones de bolivianos por concepto de regalías mineras, en beneficio de departamentos y los municipios, informó también el Ministerio de Minería.

Saravia dijo que las cooperativas auríferas en La Paz están produciendo como nunca.

El sector está generando divisas para el Estado y contribuyendo a  la reactivación de la economía, subrayó el dirigente minero.

En los últimos años el oro asumió una importancia estratégica en el mundo debido a las cotizaciones internacionales que alcanzaron niveles muy altos en la década anterior con un promedio que llegó a 1.600 dólares la onza troy.

Sin embargo, la cotización en la primera semana de agosto de este año (plena pandemia) alcanzó 2.067,15  dólares  la onza troy, cifra inédita en la comercialización del oro, con tendencia al incremento ya que este metal precioso se constituye en un activo de refugio de inversión y respaldo de las reservas de los países, debido a la estabilidad de sus precios.

La cotización internacional disparó también los precios en Bolivia y las actividades orientadas a la explotación y comercialización del preciado metal, aceleró ingresos y por supuesto, divisas para el Estado.