Subida del precio de la energía e inflación: el “efecto dominó” de las sanciones a Rusia se sentirá en América Latina

EL PAÍS / Bolivia Energía Libre-La Paz

  • Los castigos al Kremlin y un apagón en el comercio internacional pueden contagiar a los mercados emergentes y generar una reacción similar a la crisis financiera global, considera el analista Ian Bremmer

Algunos países de América Latina se beneficiarán en el corto plazo de los altos precios de las materias primas en los mercados internacionales, derivados de la invasión rusa en Ucrania. Pero los latinoamericanos deben estar pensando en las consecuencias más amplias de este conflicto y en la posibilidad de una fuerte inestabilidad financiera y económica, según Ian Bremmer, presidente y fundador de la consultora Eurasia Group.

“Más allá del impacto inmediato de los precios de las materias primas y los energéticos, hay una pregunta que es: ¿habrá un efecto dominó?”, explicó el analista el lunes en conferencia de prensa. Rusia es la undécima economía del mundo, pero, a pesar de no ser muy grande, está interconectada, explicó Bremmer, lo que pudiera llevar a un contagio económico y financiero.

“Rusia no es Irán, Rusia está interconectada”, dijo, refiriéndose a otro país que funciona bajo sanciones económicas por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, “por lo tanto, esto nos hace cuestionarnos si Rusia es demasiado grande para caer. ¿Pudiera llevar esto a un momento como la bancarrota de Lehman Brothers? ¿Pudiera tener un impacto similar al de la crisis financiera global [de 2008]? Es enteramente posible y yo creo que eso es lo más importante en lo que la gente en América Latina debe pensar”.

Las sanciones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea hacia Rusia, que van desde la congelación de activos en el extranjero hasta la desconexión del sistema de pagos internacional SWIFT, están diseñadas para debilitar la economía y ejercer presión en el presidente ruso Vladímir Putin.

La amenaza de Putin de hacer uso de sus armas nucleares no debe ser tomado a la ligera, apuntó Bremmer. “Creo que tenemos que entender que hay la posibilidad de una nueva crisis de los misiles cubanos, algo de lo que no hemos tenido que preocuparnos durante 30 años y ahora sí. Tenemos que reconocer que existe el potencial de una confrontación entre dos potencias nucleares. Y eso es un gran problema”, dijo el analista. “No les voy a endulzar el mensaje, las implicaciones de una guerra fría entre el Occidente y Rusia son muy grandes”, sentenció Bremmer.

El combate y la presencia militar interrumpen los puertos y la infraestructura que Rusia, país exportador de petróleo y gas natural, utiliza para exportar. Esto reducirá la oferta de energéticos a nivel internacional y subirá los precios. Países como Colombia, Venezuela y Ecuador se podrían beneficiar en el corto plazo.

Economistas de la firma inglesa Capital Economics publicaron, por su parte, un informe en el que pronostican que el precio del crudo se disparará a aproximadamente 130 dólares por barril si la actual crisis entre Rusia y Ucrania se intensifica. Esto empujará la inflación del combustible en América Latina a cerca de su pico de 2021. El lunes, autoridades en México aseguraron que los precios de la gasolina, los cuales son parcialmente fijados por el Gobierno, no subirán pese al conflicto en Ucrania.

Bremmer se refirió a estos esfuerzos para contener la inflación, diciendo: “Para aquellos en Latinoamérica que enfrentan precios de energía más altos, la gente tendrá que lidiar con eso. Es difícil para un Gobierno pagar un subsidio más alto”.

Solo el 1,5% de las importaciones y exportaciones de las economías más grandes en América Latina son con Rusia y Ucrania, según el reporte de Capital, por lo que el impacto en el plano comercial será menor. Sin embargo, “los altos precios del petróleo conducirán a un deterioro de los términos del comercio en gran parte de América Latina”, escribió en el reporte Nikhil Sanghani, economista para mercados emergentes en Capital Economics, “esa es una preocupación particular en Chile, donde ya sonaban las alarmas por su inestable posición externa”.