Exministro de Hidrocarburos sugiere a YPFB erigir un epitafio en la planta de Bulo Bulo para que “Descanse en Paz”

Por Edwin Miranda V. / Bolivia Energía Libre-La Paz

El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, propuso a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), erigir un epitafio en la planta de urea y amoniaco de Bulo Bulo –parada hace más de un año por fallas técnicas- para que “descanse en paz”.

“Mi sentido pésame. (La planta) va quedar ahí sin operar para siempre”, afirmó el también experto en petróleo y gas en declaraciones que hizo a un medio televisivo en la ciudad de Santa Cruz.

Para oficializar la sentencia, Ríos justificó su posición detallando los problemas estructurales que tiene la factoría que costo al erario nacional $us 1.100 MM y fue construido durante el gobierno del expresidente, Evo Morales (2006-2019).

“Todos los que hemos seguido (la construcción) de la planta desde un inicio, desde su concepción, siempre fuimos críticos sobre donde fue ubicada, la capacidad de procesamiento que tiene y la zona roja donde opera (el Chapare en Cochabamba, considerada región productora de narcóticos)”, señaló la exautoridad energética.

Una historia de nunca acabar

Según Ríos, la planta de Bulo Bulo, presentó desde un inicio fallas técnicas estructurales.

El gobierno del Presidente, Luis Arce, responsabilizó a la expresidenta de transición, Jeanine Añez, por la suspensión de actividades operativas en la fábrica. Ríos desmintió este hecho.

Apelando al internet (recabando notas de prensa y comunicados oficiales) el gobierno del MAS-IPSP, aviso de paros programados, comentó el exministro para demostrar, en parte, cómo y bajo qué condiciones la factoría no terminó nunca de operar sin dificultades.

Una planta de esta magnitud, no puede parar nunca, afirmó Ríos. “Son de proceso continuo y deben trabajar al 80 y 90 por ciento de capacidad sin parar”, acotó.

Según el exministro entre el 2018 y 2019, mucho antes del gobierno de Añez, Bulo Bulo ya registro problemas.

“El año 2018 operó al 31% de capacidad, mientras que un año después, 2019 la planta trabajo solo al 39%”, apuntó.

Es decir, desde que fue entregada al Estado por la empresa surcoreana Samsung Engineering Co. LTD el año 2017, registró problemas.

La planta de urea y amoniaco fue anunciada por el gobierno de Evo Morales en 2012, prometió entregarla en 2015 y se hizo un acto de inauguración en 2017.

De acuerdo con la previsión del anterior gobierno, la planta debía producir 2.100 toneladas métricas de urea por día y, según promesas, iba a generar ingresos por $us 300 MM cada año.

Sin embargo la realidad fue otra.

Solo entre el 2018 y 2019, la Planta dejó pérdidas millonarias para el Estado. Cada año la caja chica de YPFB, responsable de administrarla, se ve más deficitaria.

La pérdidas llegaron a $us 10 MM en 2018, mientras que para el 2019 sumaron otros $us 13 MM, por operar la planta con baja capacidad y por los costos que implica hacerla funcionar debido a la ubicación geográfica donde se encuentra”, detalló Ríos.

Pero hay más. “Si nosotros ponemos el precio real por el gas natural que se cobra a la planta, que llega aproximadamente, 0,89 ctvs por millón de metros cúbicos día (MMmcd), cuando el precio para la exportación del energética es superior en almenos cuatro veces, las pérdidas suben significativamente”, dijo Ríos.

Con precios reales de exportación que llegan casi a los $us 5 por MMmcd, Bulo Bulo perdió en 2018 aproximadamente $us 40 MM, y un año después, en 2019 cerca a $us 50 MM, precisó el exministro.

Muerte súbita para Bulo Bulo

Con estos antecedentes la pregunta es “¿YPFB realmente podrá operar sin perder plata?” preguntó Ríos al gobierno.

“Al final entre pitos y flautas, se invirtieron $us 1.100 MM en esta planta, pero no podemos seguir perdiendo plata. Es mejor dejarla en el Chapare, ponerlo ahí un trono y reconocer que nos equivocamos y esta factoría queda (como un) monumento al fierro en la zona”, planteó Ríos.

El exministro echó también más sombras que luces a la reactivación de la planta, que prometió el gobierno hará realidad hasta el primer semestre de 2021, cuando declaró que las cifras que necesitará el Estado para ponerla nuevamente en funcionamiento es millonaria.

“Estimo que costará arriba de los $us 30 MM, repararla y encima habrá que conseguir mercados (para la urea y amónico)”, dijo.

Según Ríos nadie quiere comprar el producto de Bulo Bulo por una simple razón. “Está ubicada en una zona roja, conflictiva, donde se bloquean caminos, donde están los choferes sindicalizado, y donde está el narcotráfico”.