Movida a favor del antídoto de alpaca

Por ANSA / Bolivia Energía Libre-La Paz

Parlamentarios de Chile llamaron al gobierno de Sebastián Piñera a destinar financiamiento para el W25, el poderoso anticuerpo que proviene de la alpaca descubierto por científicos de la Universidad Austral y que aparentemente es capaz de neutralizar el SARS-CoV-2.
Los diputados del izquierdista Frente Amplio Patricio Rosas (médico), Marcelo Díaz y Maite Orsini visitaron la Estación Experimental Agropecuaria de la casa universitaria (800 kilómetros al sur de Santiago).
Allí se reunieron con el doctor Alejandro Rojas, director del Laboratorio de Biotecnología Médica de la Austral, para conocer de cerca la alpaca Buddha, de la cual se obtuvo el Nanoanticuerpo W25 que ha sido probado por científicos en la Universidad de Queensland en Australia demostrando excelentes resultados contra el Coronavirus.
Los investigadores pretenden desarrollar un tratamiento que pueda ser utilizado en forma de inhalador que contenga el nanoanticuerpo y que bloquee la replicación del virus en el tracto respiratorio. Sin embargo, no cuentan con financiamiento.
«Hoy el proyecto peligra, a pesar de contar con resultados avalados por científicos en Alemania y Australia, no contamos con el financiamiento para seguir adelante», subrayó el doctor Rojas.
La diputada Orsini planteó que «no puede ser que la piedra de tope, para seguir avanzando en este proyecto, que ha demostrado resultados positivos en sus primeras fases, sea el dinero».
 «Llamamos al ejecutivo, al presidente de la república, al ministro de Ciencias y Tecnología que se hagan parte de este proyecto. Si no lo hacen, todo lo que se ha hecho hasta ahora va a ser trabajo perdido y nosotros confiamos en que puede ser una solución importante, tanto para la población chilena como mundial», añadió.
Su colega Marcelo Díaz añadió que «no parece razonable o parece más bien inexplicable que la dificultad para continuar con esta investigación sean 4 millones de dólares».
La semana pasada, el diputado Patricio Rosas, apoyado por ocho parlamentarios de distintas bancadas ingresaron un proyecto de resolución donde se solicita al presidente Piñera destine recursos que permitan realizar las pruebas médicas para lograr la generación del inhalador.
El líder del experimento, Alejandro Rojas, detalló a los parlamentarios cómo se trabaja con los nanoanticuerpos, cómo se cuidan las alpacas(una especie doméstica de mamífero artiodáctilo, similar a la llama) y cuáles son las etapas y los recursos económicos que ser requieren para desarrollar la terapia.
Es necesario llegar a la fase de un inhalador que bloquee la replicación del virus en el tracto respiratorio y que permita hacer frente al coronavirus mientras se genera una vacuna efectiva.
«Estamos solicitando apoyo al Gobierno para poder usar esto como bien de uso público. El componente científico ha sido completado, eso significa que hemos demostrado que el anticuerpo es capaz de unirse al virus de forma eficiente y que es capaz de neutralizarlo. Para esto se han utilizado aislados virales de pacientes en Australia», contó Rojas.
«Esos virus vivos se extrajeron y fueron enfrentados al anticuerpo producido acá en la Universidad Austral, el cual neutralizó al cien por ciento la capacidad infectiva del virus.
El desafío ahora es poder transformarlo en un anticuerpo terapéutico y formulado de la manera apropiada», añadió.
Los 4 millones de dólares son para avanzar a la fase preclínica y clínica de fase 1 con el anticuerpo, lo que significa realizar testeos que demuestren su seguridad, para luego formularlo como medicamento y posteriormente, elaborar las dosis.
«Así como se han puesto para experimentar vacunas chinas o de otros países para un tratamiento, nuestro país no puede solamente depender de una vacuna, sin tener la opción de tener una herramienta terapéutica para aquellos que no se pueden vacunar y para los pacientes que, independiente de la vacuna, hagan la enfermedad», reclamó el diputado Rosas.
 Abundó que este proyecto ya fue efectivo, «resultó para el virus sincicial respiratorio, es algo que está probado para otros virus».
También expuso que «hasta el año 1990 hacíamos nuestras propias vacunas en el país. Ahora tenemos que decidir si queremos que la ciencia que se hace en el resto de Chile, no en la capital, y que es de muy buen nivel, la dejamos abandonada para que se la lleve el mercado y se la lleven otros países o la apoyamos para desarrollar una cura efectiva, que va más allá de la vacuna».
«La vacuna va a tener que aplicarse todos los años y esto es algo que se puede aplicar cada vez que alguien se enferme, por lo tanto, es una herramienta muy necesaria», insistió.