FF.AA. guardan combustibles para asegurar la provisión al Estado

Por Edwin Miranda V. / Bolivia Energía Libre-La Paz

El Estado no volverá a enfrentar una escasez de combustibles similar a lo que pasó en octubre y noviembre de 2019, cuando en la ciudad de La Paz, grupos radicalizados contra la presidenta de transición, Jeanine Añez, que asumió las riendas del Estado, bloquearon días y semanas la planta de suministro de carburantes Senkata, en la ciudad de El Alto.

Por lo menos así lo anticipó ayer la nueva Presidente Ejecutiva de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Katya Diederich, cuando aseguró que “existe un plan de contingencia. Se han tomado previsiones” respecto a la existencia de planes para movilizar convoy de combustibles, si hay necesidad de hacerlo con apoyo del Ejército.

A raíz del cerco que sufrió la planta de Senkata, miles de familias vivieron días sin gas doméstico, energético indispensable para la preparación de los alimentos diariamente.

En algunos casos, incluso algunas familias tuvieron que apelar a la leña para no dejar de comer durante la semana.

Debido a esta experiencia, nada grata,  el Ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora, reveló en el mes de agosto pasado que el Gobierno improvisó espacios estratégicos en varias guarniciones militares en el Estado, para guardar combustibles, Gas Licuado de Petróleo (GLP), diésel y gasolina.

GLP en recintos militares

El gobierno de la presidenta transitoria Jeanine Añez optó por guardar Gas Licuado de Petróleo (GLP), gasolina y diésel, en recintos militares estratégicos para garantizar el abastecimiento de combustibles a la población y resistir un eventual bloque sistemático de caminos.

“Tenemos almacenados en algunas unidades militares, y otros centros estratégicos, gasolina, diésel como GLP , para tener mayor cantidad (de combustibles) y (contar con un grado significativo) de autonomía para (cubrir la demanda de la población en ciudades como) El Alto y (algunas otras ciudades del interior del país)”, afirmó la autoridad energética  a medios locales en la ciudad de La Paz.

Esta decisión fue calificada como una medida de previsión estratégica por el ministro Zamora a raíz de los conflictos sociales que se desataron en el país, y que comenzaron a impedir la circulación normal de combustibles, pero también de alimentos, para abastecer a la población.