El nuevo Presidente de EEUU, Joe Biden, confiesa que la sociedad Norteamericana está «profundamente dividida»

Por Edwin Miranda V. / Bolivia Energía Libre-La Paz

El nuevo Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, bajo ayer el velo a una sociedad norteamericana «totalmente dividida» y salió por los fueros de la unidad para seguir adelante, pues, «ninguna nación puede avanzar en el caos», reflexionó durante el discurso que pronunció minutos después de haber jurado al cargo en las escalinatas del Capitolio, lugar donde el pasado 6 de enero, una turba de simpatizantes del expresidente Donald Trump, ingresaron violentamente en una suerte de rechazo a la victoria del candidato democráta.

«Las fuerzas que nos dividen son profundas y reales, pero no son nuevas. En nuestra historia ha habido una lucha constante entre nuestros ideales y la dura realidad», dijo.

El primer mensaje de Biden centro su atención en la «unidad» de los estadounidenses, pero también habló de la necesidad de «sanar heridas» que existen.

Convencido de que hará una gestión de gobierno diferente a su predecesor, Donald Trump, que abandonó la Casa Blanca muy temprano y no participó de los actos protocolares del traspaso de poder a Biden, a quién hasta el último momento no reconoció como Jefe de Estado elegido.

«Hoy prevalece la democracia», arengó Biden en el Capitolio y dejó sentado que los EEUU es una «nación indivisible».

El nuevo Jefe de Estado, reconoció también la letalidad que tiene el coronavirus (Covid-19) cuando dijo que «este virus se ha llevado más vidas en un año que las que se perdieron en toda la Segunda Guerra Mundial, pero también se ha llevado miles de empleos, ha visto miles de negocios cerrados».

Alertó también que urge «hacer frente a los supremacistas blancos, a los terroristas nacionales. Los tenemos que enfrentar y los venceremos. A base de unidad, porque la unidad es lo más importante en la democracia».

Exhortó a la población norteamericana a despojarse el egoísmo, el odio y el revanchismo de clase y raza.

«Tenemos que tratarnos con dignidad, con respeto. Tenemos que vernos no como adversarios sino como vecinos, y caldear los ánimos en aras de la unidad, porque si no no va a haber progreso. Esto trata de agotar esta rabia. Ninguna nación puede avanzar en el caos. Este es un momento histórico y la unidad, el camino hacia adelante», apuntó.

Para Biden «la política no tiene que ser un infierno, destruyendo todo en su paso. Por el contrario, sino estamos de acuerdo, no tenemos que ir a la guerra», dijo.

«Vamos a empezar a escucharnos, a mostrarnos respeto; tenemos que rechazar una cultura en la que los hechos se manipulan o incluso se fabrican», subrayó.

Al nuevo Presidente, tampoco se les escapó la oportunidad para cuestionar, severamente, lo que pasado el pasado 6 de enero en el Capitolio.

«Querían expulsarnos de este lugar sagrado. No ocurrió, no ocurrirá mañana y no ocurrirá nunca jamás [en referencia al asalto al Capitolio]», prometió.

«Me comprometo a lo siguiente: voy a ser el presidente de todos los estadounidenses, y les prometo que voy a luchar todo lo que pueda por aquellos que me apoyaron, pero también por los que no lo hicieron», anunció también.

Segun Biden «Hace muchos siglos, San Agustín, el santo de mi iglesia, escribió que la gente es una multitud definida por el objetivo común de su amor. Y cuáles son los objetivos que nosotros amamos como estadounidenses: la oportunidad, la libertad, el respeto, el honor, y sí, la verdad. Los últimos meses y semanas hemos visto mentiras que se cuentan por el poder y por los beneficios», recordó en relación a declaraciones que hizo su antecesor, Trump, que desde que perdió la presidencia, cuestionó la victoria de Biden e incluso denuncio fraude electoral, a pesar que nunca mostro pruebas.

Lo que tiene que pasar en adelante es apostar a la unidad del país, dijo.

«Tenemos que acabar esta guerra entre rojos y azules, esta guerra entre lo rural y lo urbano, de lo conservador contra lo liberal. Tenemos que unirnos en nuestros corazones, mostrar tolerancia y estar dispuestos a ponernos en la posición del otro», invocó el presidente.

En una suerte de decisión personal, anticipó que su presidencia será diferente a la de Trump.

«Les doy mi palabra: siempre estaré con ustedes, defenderé la Constitución, la democracia, a los Estados Unidos. Y estaré siempre a su servicio, con todo lo que hago, pensando no en el poder, sino en las posibilidades. Juntos vamos a escribir la historia de la unidad, del amor, de la grandeza, de la bondad», aseguró.

Una vez más dijo que los EEUU volverá a ser el ejemplo de democracia para el mundo.

«Hemos sido el faro del mundo y estaremos a la altura de las circunstancias de nuestra época», subrayó.